Como ya se ha establecido en España, el 25 de noviembre y unos días posteriores se celebra el Black Friday. Últimamente, esta fiesta de origen estadounidense ha ganado considerable popularidad en un gran número de países. Todo tipo de comercios aprovechan estas fechas para promover ofertas y descuentos. Este hecho para muchas empresas se ha convertido en el inicio de la campaña navideña. Cómo afecta Black Friday en la ciberdelincuencia Los ciberdelincuentes aprovechan este tipo de campañas para utilizar distintos tipos de estrategias y hacerse con nuestros datos personales y bancarios. Sobre todo, destacan el phishing. Como ya hemos explicado anteriormente, esta técnica consiste en la suplantación de una empresa o entidad de confianza a través de un correo electrónico, SMS (smishing), redes sociales o incluso por teléfono (vishing). Cómo podemos protegernos Verificar la tienda online donde vas a hacer tu compra: Comprueba que la web tenga certificado digital, es decir, que la URL comienza por HTTPS; Busca información de la empresa en el texto legal en la web y verifícala; Observa que en la web los textos no estén mal traducidos o las imágenes sean de mala calidad; Desconfía si el precio del producto es demasiado barato; Duda si ofrece distintos medios de pago, pero en realidad admite uno finalmente; Busca opiniones de otros compradores y/o sellos de confianza; Haz un seguimiento del producto deseado, ya que puede ser prueba de que es de confianza; Configura el navegador para limitar la sobrecarga de publicidad, que a veces puede ser engañosa; Protege los dispositivos con antivirus y antimalware y mantén los sistemas y las apps actualizados. Cómo afectan los ataques de Black Friday a las tiendas online Además de los riesgos mencionados, las organizaciones pueden ser víctimas de otras amenazas: El defacement: un ataque que actúa sobre la apariencia de la página web para introducir modificaciones de manera total o parcial. Ataque de denegación de servicio: puede llegar a degradar la calidad del servicio y bloquear la web, paralizando de esta manera la actividad comercial. Bloqueo de acceso al panel de control de la web o del servidor donde se encuentra alojado el comercio online. Infección por malware, al usarse software desactualizado. Etc. En definitiva, conviene tener en cuenta la importancia de mantener la seguridad de nuestros clientes y la de nuestra empresa para poder así garantizar la continuidad de nuestro negocio. Más información en el siguiente enlace de INCIBE.